La cocina es una zona de trabajo diaria en nuestras casas, en ella pasamos la mayor parte del tiempo. Preparar los alimentos, cocinar y lavar. Esas tareas son parte de nuestro día a día, por lo que a la hora de realizarlas es fundamental la comodidad y el orden. Es fundamental para tener un espacio funcional y adaptado a tus necesidades el hecho de poder economizar en movimientos y desplazarte con facilidad. En García de la Vega te damos las claves para que tu cocina esté bien organizada y puedas trabajar en ella. Toma nota.
Con todo a la vista
Si tu cocina es amplia, puedes permitirte ciertos «lujos» a la hora de organizar la zona de trabajo, por ejemplo, tener tus sartenes y cazos a la vista y al alcance de la mano colgados con ganchos. Además, si eliges las piezas adecuadas, puedes conseguir un aire muy vintage en la decoración de este espacio.
Sin armarios
Prescindir de la zona alta de los armarios suma en luz y amplitud. En este caso puedes completar la zona de trabajo, situada en un solo frente, con baldas y barras para menaje, cuchillos… o tarros con ingredientes. Por si se queda «corta», otra idea muy práctica sería un mueble auxiliar que haga las veces de isla y, sin ninguna puerta, que sirva para almacenar y como apoyo para el trabajo.
Con acceso al office
Una zona de trabajo en la cocina abierta al office facilita la tarea de poner y recoger la mesa y la comunicación. En un estilo ordenado y minimalista dará sensación de amplitud.
Trío de ases
Otra solución es crear un trío de ases. Un frente para el lavado; el otro, para cocinar y, en otro, el horno. En realidad, todas las piezas deben estar unidas e integradas perfectamente, de un modo muy natural. Y el hecho de estar distribuida así la zona de trabajo, facilita el movimiento y da amplitud, lo que permite la estética minimalista, con las paredes despejadas.
Isla bonita
Si dudas entre un comedor o espacio de almacenaje, resuelve eligiendo una isla central que te de la opción de poner en sus baldas y cajones menaje, manteles… Además, la isla es un gran apoyo en la zona de trabajo, pues, al estar a la misma altura que el resto de la cocina, se presta a ser usada para preparar los alimentos. Eso sí, ten en cuenta las dimensiones: entre la isla y los muebles donde están el fregadero y la placa debe haber un metro y medio de distancia para facilitar el movimiento.