Espacio de juego: Toda habitación infantil, sin excepción ninguna, debe tener una zona de juegos. Para ello evita colocar muchos muebles o cualquier tipo de obstáculo que evite que tenga su zona de juegos.
Protege las paredes: Nunca viene de más cualquier elemento de protección para evitar el desgaste de las paredes en una zona infantil. Te aconsejamos papel pintado lavable o algún zócalo a media altura.
Elige bien los muebles: La habitación debe ir creciendo a la vez que el pequeño. Opta por muebles transformables o reutilizables. Puedes convertir su cuna en su primera cama.
Evita acumular trastos: Sabemos que donde hay niños hay desorden, pero siempre es evitable. Elige bien los juguetes, mejor tener pocos y que puedan estar a la vista. Si no eres capaz de llevar a cabo esto y tiene demasiados juguetes, necesitamos enseñar que una vez se termina de jugar hay que guardarlo todo. Elige cajas de colores y de diseños divertidos para que les guste a los más peques.
Seguridad ante todo: Coloca sistemas de bloqueo en las ventanas y tapas en los enchufes. Los más pequeños son muy curiosos y necesitamos evitar cualquier tipo de desastre. Te recomendamos anclar bien la alfombra, ya que se arrugan y se producen tropiezos constantes.